El pasado Martes,13 de mayo, día nefasto para supersticiosos, e histórico para los aficionados taurinos en general, que gustan de la verdad y la emoción taurina, un torero llamado Ivan y apellidado Fandiño, puso la piel de gallina a los casi 24000 espectadores de la monumental de Las Ventas, haciendo una grandísima faena al segundo de su lote, y rematando esta con una suerte suprema que dejó a los aficionados con una sobredosis de adrenalina, no apta para corazones débiles.
A Fandiño le bastaba, con matar como manda los cánones, para que el premio a su faena fuera pagado con 2 orejas, pero él quería hacerlo especial, tenia una espina clavada desde el 2008, y salvando las distancias, Fandiño me recordó a otro maestro en lo suyo, Zinedine Zidane, que pudiendo limitarse a marcar un gol sencillo en la final de la Champions de 2002, que a la postre diera la victoria a su equipo, el Real Madrid, se sacó una volea que solo lo hacen los elegidos, y que será recordada a lo largo de la historia.
Ivan Fandiño hizo lo mismo que el astro francés, esa faena que acababa de plasmar como los mejores maestros, no podría acabar como todas las demás, esta seria especial, y tanto!!, cuadró al toro entre el tendido 5 y 6, y cuando el creía que ya lo tenía, arrojó el engaño, la muleta,que le serviría para dar fin a un encastado Parladé.
Este sin dejarle rematar su plan, se le arrancó e Ivan tiró de reflejos esquivando perfectamente a cuerpo descubierto la embestida, debía recuperar la muleta el maestro y volver a colocarlo,esta vez a suerte cambiada, a todo esto la gente no estaba dando crédito a tal muestra de valor, locura, espectáculo..., cada uno lo definía como le venia en ese momento,Volvió a cuadrarlo perfectamente, y realizo la misma operación, muleta al suelo y esta vez, sin dejar que el toro se le adelantara, comenzó una carrera hacia el imparable, era como pegarse contra una pared, sabia perfectamente Fandiño lo que hacia, se coló entre los dos cuernos apoyó su brazo izquierdo, y saltó en el mismo instante en el que el toro,le tiró la embestida,la cual hizo que Ivan chocará contra su testuz, y volara literalmente por encima de su lomo, para cuando Fandiño toco con su cuerpo el albero, el toro para entonces, ya tenia un espadazo de muerte.
Al final Fandiño, tuvo que descabellar,y la faena solo fue de una oreja, que le sirvió para salir por la puerta grande, su primera y seguro que no la última, pero con esa forma de matar, tan especial, entrará su faena en los anales de la historia, convirtiendolo con el tiempo, en un torero referente de LEYENDA.
Textos. R.C.Q.
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